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miércoles, 27 de enero de 2016

Se Descubre Posible Relación entre la Exposición Reiterada al Semen y la Resistencia Frente a la Infección por VIH

Un estudio con trabajadoras sexuales revela que la exposición prolongada al semen conlleva alteraciones en la vagina y el cuello del útero que pueden reducir, pero no eliminar, la probabilidad de infección por VIH.

En algunas zonas del mundo donde la prevalencia de VIH es elevada, se sabe que existen grupos de mujeres trabajadoras sexuales que no se infectan a pesar de verse expuestas de forma repetida al virus.

Hasta la fecha se desconocía a ciencia cierta la causa ya que no se ha observado en estas mujeres ninguna respuesta inmunitaria conocida frente al propio VIH.

Sin embargo, en un estudio publicado en la edición de noviembre de la revista Mucosal Immunology, un equipo de investigadores planteó la hipótesis de que la protección podría deberse tanto a una activación de las respuestas inmunitarias de esas mujeres como a alteraciones en los tejidos vaginales y cervicales (referidos a la cérvix o cuello del útero).

Los datos del estudio revelan que la exposición continua al semen efectivamente se había traducido en una modificación del microentorno vaginal y cervical que aumentaba la resistencia frente a la infección por el VIH-1.

Esta información podría servir para diseñar mejores estrategias preventivas que bloqueen la transmisión del virus y también en el diseño de futuros estudios de vacunas.

En su trabajo, el equipo de investigadores valoró la actividad sexual y el estado de activación inmunitaria (a partir de muestras de sangre periférica) y también se examinaron las variaciones en biopsias de la mucosa ectocervical de 50 mujeres trabajadoras sexuales.

La mediana de edad de las mujeres incluidas en el estudio fue de 35,5 años y habían estado practicando el trabajo sexual durante al menos tres años.

También se tuvo en cuenta las tasas de sexo sin protección, el tipo de anticonceptivo utilizado y se excluyeron a las trabajadoras sexuales que presentaran alguna infección de transmisión sexual activa, como clamidia o sífilis, comparándose todos esos parámetros con un grupo de control compuesto por 32 mujeres.

Se identificaron tres mecanismos distintos que pueden contribuir a la menor tasa de infección observada entre las trabajadoras sexuales.

En primer lugar, se observaron unas menores tasas de activación inmunitaria tanto en la sangre como en las muestras de tejido de la mucosa de estas mujeres.

Esto es importante porque el VIH aprovecha la activación del sistema inmunitario para realizar la infección y propagarse luego dentro del organismo.

En segundo lugar, las mujeres presentaron una mayor expresión de interferón-épsilon (una señal química que ayuda a proteger el tracto genital de las infecciones) en las células epiteliales.

Los niveles de interferón-épsilon estuvieron relacionados con el número de relaciones sexuales sin preservativo y en el laboratorio se comprobó que el semen aumentó la expresión de esta proteína.

Por último, también se observó que diversos factores genéticos necesarios para la transmisión del VIH estuvieron presentes en menores cantidades en las células del tejido de la mucosa de las trabajadoras sexuales.

En conjunto, los autores consideran que sus hallazgos sugieren que la exposición reiterada al semen (debido al trabajo sexual sin preservativo) es capaz de ocasionar numerosos cambios en el compartimento cervico-vaginal que podrían contribuir a reducir la susceptibilidad a la infección por VIH-1 en ausencia de respuestas inmunitarias específicas de este virus.

El equipo de investigadores subraya que las conclusiones del estudio no justifican la práctica de relaciones sexuales sin preservativo –ya que eso aumenta el riesgo de infección tanto por VIH como por otras infecciones de transmisión sexual– sino que ha permitido identificar efectos inesperados de la exposición prolongada al semen sobre la vagina y el cuello del útero que puede reducir (pero no eliminar) la probabilidad de infección.

Por último, también comentan que sus datos indican claramente que las mujeres disponen de unos mecanismos de resistencia frente al virus debido a la propia práctica sexual, un hallazgo que no se esperaba al iniciar el estudio.

Esto podría explicar por qué se observaron tasas más bajas de las previstas en determinadas cohortes de mujeres que participaron en ensayos preventivos en EE UU.

Fuente: Nota de prensa de Wistar
Referencia: Abdulhaqq SA, Zorrilla C, Kang G, et al. HIV-1-negative female sex workers sustain high cervical IFN?, low immune activation, and low expression of HIV-1-required host genes. Mucosal Immunol. 2015 Nov 11. doi: 10.1038/mi.2015.116.




Website The Wistar Institute:

Website Mucosal Immunology:

InfoVIHtal: VIH "Mitos y Realidades" en Vídeo

El proyecto InfoVIHtal hemos elaborado un pequeño vídeo de animación para ilustrar mejor los contenidos.

En esta ocasión, el vídeo está dedicado a desmontar algunos de los mitos que aún rodean a la infección por el VIH.

El vídeo está disponible en castellano y lo hemos subtitulado en cada uno de los idiomas incluidos en el proyecto InfoVIHtal.

Esperamos poder ofrecer en breve una versión con una locución en cada uno de los idiomas.

"VIH, mitos y realidades" en YouTube:








Website Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt):

Tenofovir solo como PrEP puede Fallar

Dos casos han sido documentados de hombres gay que toman Viread (Tenofovir), uno de los dos fármacos en Truvada (Tenofovir / Emtricitabina), por el virus de la hepatitis B (VHB) y de contraer el VIH, informes Aidsmap.

Estos casos sugieren que solo Viread puede no ser suficiente para prevenir el VIH a través de la profilaxis pre-exposición (PrEP), y que Emtriva (Emtricitabina) también se requiere para dicha prevención.

Sin embargo, existe la posibilidad de que la presencia de hepatitis B puede haber un mayor riesgo de adquirir el VIH de los hombres.

La publicación de su análisis sobre Enfermedades Infecciosas y Terapia, investigadores documentados informes de casos de dos hombres homosexuales que contrajeron el VIH, mientras que la adhesión a un régimen de Viread para tratar la hepatitis B.

En uno de los hombres, el Viread acabó suprimiendo su nueva infección por el VIH a niveles indetectables.

El otro hombre tenía una carga viral de aproximadamente 100.000, poco después de contraer el VIH, un nivel moderado de una infección aguda.

Las pruebas indicaron que el VIH ha integrado suficientemente en las células de cada hombre para establecer una infección permanente.





Website Aidsmap:

Website Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes (JAIDS): http://journals.lww.com/jaids/pages/

A Corto o Mediano Plazo PrEP es más Seguro que la Aspirina

Truvada (Emtricitabina / Tenofovir) como profilaxis pre-exposición (PrEP) contra el VIH tiene seguridad comparable a la aspirina, al menos para el corto y mediano plazo.

La publicación de sus resultados en Enfermedades Foro Abierto Infecciosas, los investigadores compararon los datos de seguridad de los cinco principales estudios de PrEP a datos de dos grandes estudios de seguridad aspirina, mirando los números relativos necesarios para dañar (NND, o el número de personas necesarias para llevar la droga a producir un resultado específico de seguridad en uno de ellos) entre PrEP y aspirina.

Entre los hombres que tienen sexo con hombres (HSH) y mujeres transgénero que toman PrEP, el NND fue de 114 para las náuseas y 96 para la pérdida de peso involuntaria.

Entre los heterosexuales, NND de PrEP fue del 68 por moderada disminución del recuento absoluto de neutrófilos (glóbulos blancos que combaten las infecciones).

Los participantes en los ensayos de PrEP reportaron serios problemas de salud irreversibles y no hay hospitalizaciones y muertes asociadas con Truvada.

PrEP se asoció con una disminución leve en el aclaramiento de creatinina, que es un indicador de la función renal, así como una pequeña disminución en la densidad mineral ósea.

Ambos cambios invertidos después de los individuos dejaron de tomar Truvada.

La droga no se ha asociado con cualquier fracturas óseas, problemas de embarazo o insuficiencia renal permanente.

Para la aspirina, el NND fue 909 para los principales hemorragia gastrointestinal, 123 para cualquier sangrado gastrointestinal y 15 para cualquier problema de sangrado en los hombres.

Para las mujeres, NND de aspirina para moretones con facilidad fue de 10.

Los investigadores concluyeron que la PrEP tiene un perfil de seguridad favorable en comparación con la aspirina.

Aún se necesitan estudios, sin embargo, para evaluar la seguridad a largo plazo de la PrEP.



Website Open Forum Infectious Diseases:

La Infección por el VIH Predispondría a Personas de Mediana Edad a Experimentar Fragilidad

Un índice de masa corporal bajo y un índice cintura-cadera elevado aumentarían el riesgo de padecer fragilidad.

Un estudio publicado en AIDS ha concluido que las personas con el VIH de mediana edad presentarían una mayor fragilidad que la población general de la misma edad.

En el contexto del envejecimiento, se define como fragilidad a un síndrome que incluye debilidad muscular, pérdida no intencionada de peso, debilidad muscular, agotamiento físico, lentitud en el desplazamiento y bajos niveles de actividad.

Suele medirse a través de cuestionarios para caracterizar la presencia e intensidad de dicho síndrome.

Las causas de la fragilidad suelen ser múltiples y entre ellas pueden encontrarse osteoporosis, sarcopenia o atrofia muscular, entre otras. Independientemente de la combinación de causas subyacentes, la fragilidad se asocia a una mayor probabilidad tanto de experimentar enfermedades como de fallecer.

En personas con el VIH se ha observado ya una mayor prevalencia de fragilidad que en la población general, probablemente por una combinación de factores tales como los efectos inflamatorios de la infección crónica por el VIH, la presencia de enfermedades relacionadas y los efectos secundarios de algunos antirretrovirales.

Para ahondar en los conocimientos relativos a la conexión entre la infección por el VIH y la fragilidad o la prefragilidad (una forma de fragilidad moderada, posiblemente reversible), investigadores del estudio de la cohorte holandesa Dutch AGEh IV llevaron a cabo un estudio que incluyó a 521 personas con VIH y 513 personas sin VIH con características demográficas similares a las que tenían el virus, que actuaron como controles.

Todos los participantes tenían una edad de, como mínimo, 45 años en el momento de la inclusión.

Todos los pacientes entraron en el estudio entre los años 2010 y 2012.

En todos los participantes se valoró la presencia de fragilidad o prefragilidad a través de los criterios establecidos por Fried y colaboradores: pérdida de peso no intencionada de 4,5 Kg en el año previo o de 2,3 Kg en los últimos 6 meses; baja actividad física; agotamiento físico; poca fuerza al agarrar objetos; y baja velocidad al caminar.

Se consideró que las personas presentaban fragilidad si cumplían, como mínimo, tres de los criterios y prefragilidad si cumplían con uno o dos de ellos.

Los participantes tenían una mediana de 53 años. En el estudio, las personas con el VIH presentaron una probabilidad de estar coinfectadas por el virus de la hepatitis C (VHC), de padecer comorbilidades y de sufrir depresión significativamente superior a la de las personas sin el VIH.

Los pacientes con el VIH llevaban diagnosticados una mediana de 12 años, el 94% tomaban terapia antirretroviral y el 93% de quienes tomaban tratamiento tenían carga viral indetectable.

El porcentaje de participantes con fragilidad (11 y 3% de las personas con y sin el VIH, respectivamente) y el de aquellos con prefragilidad (51 y 36% de las personas con y sin el VIH, respectivamente) fue significativamente superior en el grupo de personas con el VIH (p menor 0,001, en ambos casos).

Dicha diferencia significativa se mantuvo en todos los grupos de edad.

La relación entre la fragilidad y el VIH se mantuvo tras ajustar los resultados en función de edad, sexo, etnia, hábito tabáquico, coinfección por el VHC, presencia de comorbilidades o depresión (cociente de probabilidades ajustado [CPa]: 2,16; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 1,66-2,83; p menor 0,001).

Al tener en cuenta el índice cintura-cadera (una medición anatómica utilizada como factor de predicción de diversas patologías crónicas asociadas al envejecimiento tales como diabetes o enfermedades cardiovasculares), la relación entre el VIH y la fragilidad disminuyó, aunque se mantuvo significativa (CPa: 1,93; IC95%: 1,46-2,55; p menor 0,001).

Este hecho también ocurrió en el caso del índice de masa corporal (CPa: 1,74; IC95%: 1,31-2,32; p menor 0,001).

Las personas con el VIH y un índice de masa corporal (IMC) inferior a 20Kg/m2 presentaron un incremento de más de 6 veces del riesgo de experimentar fragilidad respecto a aquellas personas con el VIH y un índice de masa corporal superior (cociente de probabilidades [CP]: 6,14; IC95%: 3,10-12,18; p menor 0,001).

Al analizar factores vinculados únicamente al grupo con el VIH se observó que recibir tratamiento prolongado con inhibidores de la proteasa (CP: 1,05/año de tratamiento; IC95%: 1,01-1,10; p= 0,01) y un mayor tiempo en situación de inmunosupresión (CP: 1,14/año de tratamiento; IC95%: 1,00-1,30; p= 0,05) se relacionaron con la fragilidad.

No obstante, al ajustar los resultados en función del recuento de CD4 nadir y el IMC la relación significativa de ambos factores se perdió.

En cambio, tener un IMC actual inferior a 20 Kg/m2 (CP: 2,83; IC95%: 1,26-6,37; p= 0,01), un IMC nadir inferior a 20 Kg/m2 (CP: 2,51; IC95%: 1,46-4,31; p= 0,001) y tener un índice cintura-cadera elevado (CP: 1,79 por cada elevación de 0,1; IC95%: 1,32-2,41; p menor 0,001) fueron factores fuertemente asociados a una mayor fragilidad pese a ajustar los resultados respecto a diversos factores de confusión.

Los resultados del presente estudio muestran como la infección por el VIH se relaciona con un mayor grado de fragilidad, que se puede acentuar o verse modulado por otros factores vinculados al VIH (tratamiento antirretroviral, inmunosupresión) o no vinculados (al menos directamente) con dicha infección (índice cintura-cadera e índice de masa corporal).

Estos hallazgos pueden ser interesantes para protocolizar adecuadamente el seguimiento de las personas con el VIH de mediana edad o mayores, de manera que pueda prevenirse el desarrollo de la fragilidad antes de que esta sea irreversible (por ejemplo, cuando la persona aún se encuentra en situación de pre fragilidad).

Fuente: Aidsmap
Referencia: Kooij KW et al. HIV infection is independently associated with frailty in middle-aged HIV type 1-infected individuals compared with similar but uninfected controls. AIDS 30: 241-250, 2016.




Website Aidsmap:

Website AIDS Journal:

¿El Condón del Futuro Aumentar el Placer y la Lucha contra el VIH?

Los investigadores son rápidos en el trabajo sobre un condón que no sólo aumentar el placer sexual, pero tendrían propiedades específicas anti-VIH que superan el efecto barrera simple.

Un grupo de científicos de la Universidad de Texas A and M Health Science Center Irma Lerma Rangel Colegio de Farmacia fue uno de los 54 que recibió una subvención de la Fundación Bill y Melinda Gates para desarrollar un muy bajo costo, preservativos sin látex.

El condón en el desarrollo está hecha de un polímero llamado hidrogel, que es fuerte y elástica.

El material está hecho principalmente de agua y ya se utiliza para hacer lentes de contacto, así como para otros fines médicos.

Los investigadores pretenden enredar en el condón un antioxidante a base de plantas que se ha demostrado para combatir el VIH.

Este antioxidante también es un estimulante que puede aumentar el placer sexual y ayudar a los hombres a mantener una erección.




Website ScienceDaily:

Website Texas A and M University:

Eficacia Limitada de la Electrocauterización en el Tratamiento de las Neoplasias Anales de Alto Grado Asociadas al VPH

Un estudio español realizado en hombres gais con VIH muestra una elevada tasa de recurrencia tras la intervención.

De acuerdo con los resultados de un estudio publicado en la revista HIV Medicine la ablación por electrocauterización se muestra solo parcialmente efectiva como tratamiento de las lesiones anales precancerosas de alto grado en hombres gay con el VIH y tiene una elevada tasa de recurrencia.

En el estudio, aproximadamente dos tercios de los pacientes tuvieron algún tipo de respuesta al tratamiento, pero las lesiones de alto grado reaparecieron en una cuarta parte de ellos.

Los investigadores consideran que estos resultados subrayan la urgente necesidad de evaluar nuevos enfoques en el tratamiento de las lesiones anales precancerosas.

El cáncer anal es un tumor poco frecuente que representa un 5% de todos los cánceres que se producen en el tubo digestivo en la población general.

Su incidencia anual es de un caso por cada 100.000 habitantes.

Sin embargo, esta baja frecuencia adquiere una dimensión significativa en el colectivo de hombres que practican sexo con otros hombres (HSH), entre los que se registra una incidencia de 35 casos por cada 100.000 habitantes.

En el caso de los HSH con VIH, se observa una incidencia todavía mayor y más alarmante, de 70 casos por cada 100.000 habitantes.

El virus del papiloma humano (VPH), y en concreto los subtipos oncogénicos, parece estar detrás del desarrollo tanto del cáncer de cuello uterino en mujeres como del cáncer anal en hombres y mujeres.

Se trata de un virus que se transmite con mucha facilidad en las relaciones sexuales y que puede tardar años en eliminarse del organismo una vez establecida la infección.

Las personas con VIH tienen entre dos y seis veces más probabilidades de que la infección por VPH sea persistente, sobre todo en aquellas cuyos sistemas inmunitarios están debilitados a causa del VIH y tienen más dificultades para eliminar el papilomavirus.

La infección por VPH puede provocar cambios celulares que conduzcan a lesiones precancerosas, a menudo llamadas neoplasias intraepiteliares anales (NIA).

Dichas lesiones se clasifican en lesiones de bajo grado (NIA-1), de grado medio (NIA-2) y de alto grado (NIA-3), siendo este último el precursor directo del desarrollo de cáncer anal.

Los estudios han hallado que entre un 1,3% y un 3,2% de las personas con el VIH diagnosticadas de NIA-3 podrían desarrollar cáncer anal en cinco años.

El tratamiento estándar de las neoplasias intraepiteliares anales de alto grado es la ablación quirúrgica por electrocauterización, que, mediante un electrobisturí, destruye el tejido dañado a través de la aplicación de electricidad.

Sin embargo, los datos sobre la efectividad de esta intervención son limitados.

Por este motivo, un grupo de investigadores de la Unidad de Cribado de la Displasia Anal (UCDA) del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitari Vall d’Hebron en Barcelona (España) llevaron a cabo un estudio para evaluar la seguridad y la efectividad de la ablación quirúrgica por electrocauterización en el tratamiento de las neoplasias intraepiteliares anales de alto grado en hombres gais y otros HSH con el VIH.

Todos los hombres gais y otros HSH con el VIH atendidos en el Servicio de Enfermedades Infecciosas entre 2009 y noviembre de 2014 fueron informados del estudio y se les animó a participar.

A un total de 576 pacientes se les realizó el cribado de anomalías en el canal anal y a un total de 126 (22%) se le diagnosticó neoplasia intraepiteliar anal de alto grado.

Estos pacientes tenían una mediana de edad de 41 años y un 81% estaba tomando tratamiento antirretroviral de los que dos tercios mantenían la carga viral del VIH indetectable.

La efectividad de la ablación quirúrgica por electrocauterización se evaluó en 83 pacientes.

Dicha intervención se realizó cada 4-6 semanas durante un mínimo de 2 a un máximo de 4 sesiones.

Estas 2-4 sesiones fueron consideradas como un ciclo de tratamiento.

La efectividad de la intervención se evaluó mediante biopsias realizadas a las 6-8 semanas tras finalizar cada ciclo de tratamiento.

Los resultados muestran que un 33% de los pacientes tuvieron una respuesta completa al tratamiento; una tercera parte experimentó una regresión a neoplasia intraepitelial anal de bajo grado y el resto no respondió a la electrocauterización.

La mayoría de los pacientes (81%) se sometieron a un único ciclo de tratamiento.

Hubo un 54% de probabilidad de que un único ciclo de tratamiento fuese efectivo lo que condujo, como mínimo, a la regresión de las lesiones.

La probabilidad de responder a la electrocauterización disminuyó con cada ciclo posterior de tratamiento.

A los participantes se les realizó un seguimiento durante una media de 12 meses tras completar el tratamiento.

Una cuarta parte de los pacientes con una respuesta a la electrocauterización experimentaron una recurrencia de la neoplasia intraepitelial anal de alto grado.

La media de tiempo hasta la recurrencia fue de 30 meses. Durante el estudio, ningún paciente desarrolló cáncer anal o experimentó un efecto secundario grave.

Los investigadores fueron incapaces de identificar ningún factor pronóstico de respuesta al tratamiento.

En sus conclusiones los autores de este estudio señalan: “Teniendo en cuenta la efectividad limitada y el riesgo de recurrencia de la ablación por electrocauterización se requieren nuevas estrategias que mejoren el manejo de la neoplasia intraepitelial anal de alto grado”.

Entre los tratamientos actualmente en investigación se incluyen la coagulación por infrarrojos –un procedimiento que consiste en la aplicación de un dispositivo térmico en la superficie de la lesión y el uso de energía para eliminarla– y el uso tópico de 5-fluorouracilo sobre las lesiones para hacerlas más sensibles a la terapia ablativa.

Además, un estudio llevado a cabo en hombres sin VIH mostró que la inmunización por medio de la vacuna frente al VPH redujo a la mitad la recurrencia de la neoplasia intraepitelial de alto grado.

Por este motivo, los investigadores de este estudio catalán apuestan por evaluar estrategias basadas en la combinación de diferentes tratamiento junto con la vacunación frente al VPH.

Fuente: Aidsmap
Referencia: Burgos J, Curran A, Landolfi S, et al. The effectiveness of electrocautery ablation for the treatment of high-grade anal intraepithelial neoplasia in HIV-infected men who have sex with men. HIV Medicine. DOI: 10.1111/hiv.12352 (2015).




Website Aidsmap:

Website HIV Medicine:

viernes, 22 de enero de 2016

Un Descenso Rápido del Recuento de CD4 tras la Infección Dificultaría la Recuperación Inmunitaria al Iniciar la Terapia

Alrededor del 7% de las personas con el VIH experimentarían esta condición.

Un estudio publicado en la edición del 15 de noviembre de AIDS ha concluido que las personas que experimentan una rápida progresión de la infección por el VIH tendrían una mayor probabilidad de tener una respuesta inmunológica discordante, esto es, que su recuento de células CD4 no se recuperaría adecuadamente a pesar de conseguir la indetectabilidad viral con el tratamiento antirretroviral.

El efecto sería más importante a corto que a medio y largo plazo.

El estudio analizó los datos de 4.024 personas con el VIH pertenecientes a 29 cohortes de Europa, Australia, Canadá y África que forman parte del estudio CASCADE.

Los participantes fueron incluidos en el momento de inicio de la terapia antirretroviral. Un total de 294 participantes (un 7,3%) fueron clasificados como progresores rápidos –concepto definido como alcanzar unos niveles de CD4 inferiores a 200 células/mm3 dentro del primer año de infección–.

Entre los participantes con niveles similares de CD4 al inicio, los progresores rápidos fueron quienes mayores incrementos de CD4 tuvieron durante el primer mes.

Sin embargo, al observar la evolución de los niveles de CD4 dentro de los primeros 18 meses, los progresores rápidos experimentaron aumentos de CD4 inferiores a los del resto de participantes.

Entre los meses 18 y 60 no se observaron diferencias respecto a la recuperación inmunitaria entre los participantes, fueran o no progresores rápidos.

Globalmente, un porcentaje de progresores rápidos significativamente inferior al del resto de participantes alcanzó un recuento de CD4 de 500 células/mm3 o superiores al cabo de un año de iniciar el tratamiento antirretroviral (29,2 y 62,5%; respectivamente).

El mismo fenómeno se observó a los 36 meses de iniciar el tratamiento (47,1 y 72,4%; respectivamente).

Las diferencias significativas observadas a los 12 y a los 36 meses, no obstante, desaparecieron al llevar a cabo un análisis multivariable que tuvo en cuenta los niveles de CD4 iniciales.

A los 60 meses de iniciar el tratamiento, los porcentajes de personas con un recuento de CD4 de 500 células/mm3 en el grupo de progresores rápidos y en el del resto de participantes eran similares (70,4 y 71,8%; respectivamente).

Sobre la base de estos hallazgos, los investigadores indicaron que la dificultad para recuperar niveles de CD4 óptimos –por encima de 500 células/mm3– observada en las personas progresoras rápidas respondería a que iniciaban el tratamiento antirretroviral con un recuento de CD4 más bajo que el resto de personas con VIH.

Este estudio pone de manifiesto la importancia de tener un recuento de CD4 nadir lo más alto posible, lo que aconsejaría –en la línea de las directrices españolas actuales– el inicio inmediato de la terapia antirretroviral, a poder ser tras el diagnóstico.

Aunque, en la mayoría de casos, puede considerarse retrasar un tiempo el inicio del tratamiento hasta que la persona se sienta preparada para comenzar sin que ello tenga consecuencias clínicas, en el caso de los rápidos progresores, a la luz de estos resultados, sería especialmente recomendable el inicio inmediato del tratamiento antirretroviral tras el diagnóstico, por lo que sería importante que los médicos especialistas en VIH pudieran detectar a las personas con este perfil para una adecuada valoración de los posibles escenarios de inicio de tratamiento.

Fuente: HIVandHepatitis
Referencia: Jarrin I, Pantazis N, Dalmau J, et al. (CASCADE Collaboration in EuroCoord). Does rapid HIV disease progression prior to combination antiretroviral therapy hinder optimal CD4+ T-cell recovery once HIV-1 suppression is achieved? AIDS 29(17):2323-2333. November 2015.




Website HIVandHepatitis:

Website AIDS Journal:

El Cambio a Dos de Fármacos del Régimen de VIH, Ahorraría Mucho Dinero

El régimen de tratamiento en fase de investigación de dos medicamentos contra el VIH de Tivicay (Dolutegravir) y Epivir (Lamivudina) sería una opción de primera línea altamente rentable y podría ahorrar una gran cantidad de dinero en regímenes de tres fármacos estándar, informes Aidsmap.

La publicación de sus resultados en Clinical Infectious Diseases, los investigadores utilizaron un modelo para calcular la relación costo-efectividad incremental (ICER) por cuatro estrategias de tratamiento diferentes, suponiendo que una estrategia era rentable si su ICER fue inferior a $ 100.000 por la calidad de años de vida ajustados (AVAC) - (QALY).

Un QALY es de un año pasado en perfecto estado de salud. Un ICER es el costo relativo de la compra de un AVAC adicional cuando se comparan dos estrategias.

Las cuatro estrategias de tratamiento incluyen: ningún tratamiento; tratamiento de primera línea con Tivicay y Epivir; de iniciar el tratamiento con un régimen de tres fármacos de Triumeq (Dolutegravir / Abacavir / Lamivudina) y, a continuación, para aquellos con un virus totalmente suprimida después de 48 semanas de tratamiento, el cambio a Tivicay / Epivir; o el tratamiento con Triumeq.

El ICER para utilizar el régimen de tres fármacos seguido por el régimen de dos medicamentos era $ 22.500 por QALY, en comparación con ningún tratamiento.

En comparación con el / protocolo de dos drogas de tres fármacos, el tratamiento con Triumeq tenía un ICER de más de $ 500.000 por QALY.

El ICER para el tratamiento de dos fármacos, en comparación con ningún tratamiento, fue de $26.000 por QALY.

Si la mitad de los estadounidenses que comienzan el tratamiento del VIH siguió a la de tres fármacos / dos drogas o los protocolos de dos medicamentos, el ahorro de cinco años sería una respectiva $550 millones y $800 millones.

Si una cuarta parte de las personas con una carga viral totalmente suprimida cambió al tratamiento de dos fármacos, esto ahorraría $3 mil millones en cinco años.




Website Aidsmap:

Website Clinical Infectious Diseases: